Dicen que la muerte es una seducción irresistible,
dicen que verdaderamente se abandona todo por ella,
dicen, tal vez por eso, que es el amor de la vida.
Sostengo que en vida morimos muchas veces, por eso digo que es un encuentro fugaz y no un encuentro espontáneo. Cuántas veces morimos y a qué precio…lo menciono como algo indignante, pero también lo digo como algo muy loable, porque estar dispuesto a morir en vida puede estar muy lejos de ser un tonto. ¿El silencio muere? El silencio para el derecho no significa nada, sin embargo es una bulla muy difícil de callar y tanto o más difícil ocultar.
Si la vida es objeto de algo, la muerte igual lo es. Una siempre se pierde en la otra. Hay de quienes siempre se recordara la muerte y hay quienes siempre serán recordados por su vida donde la muerte solo será un detalle efímero.
Ver una sombra que se besa con otra, ver fotos, hablar de los viajes, sentir el latido del corazón cada vez que a tu amigo le tiembla algún pensamiento, ¿en que tiempo se escribe? El tiempo mata a los verbos, si, pero ¿a dónde mueren? ¿Quién entierra y quién es el celoso guardián de su tumba?
Sobre este mismo papel cayeron lágrimas y lo mancharon para siempre; la lagrima o la mancha en el papel, me parece una pregunta valida para saber quién es la muerte y quién es la vida.
Bitácora de Caminos Singulares
*La imagen es atemporal al texto, solo fui algo oportunista.