domingo, 5 de abril de 2009

Encunetro Fugaz





Dicen que la muerte es una seducción irresistible,
dicen que verdaderamente se abandona todo por ella,
dicen, tal vez por eso, que es el amor de la vida.

Sostengo que en vida morimos muchas veces, por eso digo que es un encuentro fugaz y no un encuentro espontáneo. Cuántas veces morimos y a qué precio…lo menciono como algo indignante, pero también lo digo como algo muy loable, porque estar dispuesto a morir en vida puede estar muy lejos de ser un tonto. ¿El silencio muere? El silencio para el derecho no significa nada, sin embargo es una bulla muy difícil de callar y tanto o más difícil ocultar.
Si la vida es objeto de algo, la muerte igual lo es. Una siempre se pierde en la otra. Hay de quienes siempre se recordara la muerte y hay quienes siempre serán recordados por su vida donde la muerte solo será un detalle efímero.
Ver una sombra que se besa con otra, ver fotos, hablar de los viajes, sentir el latido del corazón cada vez que a tu amigo le tiembla algún pensamiento, ¿en que tiempo se escribe? El tiempo mata a los verbos, si, pero ¿a dónde mueren? ¿Quién entierra y quién es el celoso guardián de su tumba?
Sobre este mismo papel cayeron lágrimas y lo mancharon para siempre; la lagrima o la mancha en el papel, me parece una pregunta valida para saber quién es la muerte y quién es la vida.



Bitácora de Caminos Singulares
*La imagen es atemporal al texto, solo fui algo oportunista.

sábado, 4 de abril de 2009

Singular IX



Hay un intento desesperado por explicar algo que no tiene un principio claro ni un fin concreto. Hay palabras que comienzan para no terminar, hay cosas que suceden para perdurar como esos fracasos que duran toda la eternidad.
Hoy comienza lo que dejamos para empezar, hoy esta pena tan muerta de odio vale más que ayer, hoy esta pena tan vacía de tristeza deja las ganas de llover. No vale el intento de escuchar, no sirve saber si sabes, no alegra no verte más, no entristece tú mala compañía, aprendí a ver fantasmas a mi lado cuando recorro por algún álbum de viejas fotografías.
No tengo otra llave que no sea la del pasado, no tengo otra puerta que la de esta tibia luz del día, no tengo más cerraduras que la de algunos olvidos. Ahora que el viento sopla otras verdades, ahora que no hay mas dolor en el juego ni mas fuegos que acaben en cenizas, ahora que se que antes fue peor, ahora que voy a devolver el pañuelo a una tienda que me vendió alegría y ahora que puedo ver la nota que deje en el diario de la mañana donde me alertaba que no olvide el lugar donde se encuentra el espejo que me refleja en compañía y que solo, pregunte como llegar.



A dónde empieza el amor,
en mis manos,
en tus gestos?
A dónde termina un beso,
En tú espejo,
en el mío?
Cómo comienza el olvido,
con tú mirada, con la mía,
Con tú huida en mí silencio
Con tú adiós sin mentiras?
A dónde termina el amor,
En tú casa,
En la mía?
En esa esquina donde comienza el recuerdo..



Singular VIII




En esta parte de argentina hay una hora más, llueve. Con las últimas luces del sol, llueve. Todo se moja, se respira aire limpio, el viento despierta viejos sueños y duerme otros. La gente se ensucia y presta más atención a las veredas olvidadas.
El agua tibia cae en el mate. La yerba esta lavada, flotan los vestigios que antes dieron otro sabor. No voy a cambiarla, es parte del ritual.
El olor a lluvia que a dejado de caer esta en perfecta sincronía con el sin sabor del mate. La gente ya esta mas tranquila, el interés por las veredas empieza a decaer. Todos salen de sus lugares a ver que ha dejado este chaparrón.
Se produce el milagro, no cae mas agua del termo - no quería mas mate- la calle ya es igual a lo que era antes de llover.
Se apagó el humo de un cigarro en la espera de que deje de escribir. Recuerdo, escucho o pienso – no soy tan sagaz (como el poderoso) ni tan cobarde, como para saber (y olvidarme) que lo que estoy haciendo lo hice, entonces digamos que digo lo que escuché – uno de los mejores sin sabores de la vida es el noviazgo a distancia, pocos entienden lo que se siente antes de viajar.
Amores que vienen y van, amores que vienen y vas, amores. Fantasmas, silencios y una bulla que me perturba en la cabeza… ¡la puta madre! la ropa esta en el tender, olvidada y mojada otra vez.