El día empieza con la rutina
El desayuno pasa desapercibido.
La cotidianidad esta en los besos que no saben a nada,
en la misa de los domingos,
en lo rojo de un semáforo,
en el golpe seco del diario por la mañana.
El día continúa nosotros pidiéndole permiso a el
y con cierto soborno pintamos muecas para avanzar mas rápido.
A medio día la sinceridad es más aguda y muestra notas de nostalgia,
extrañamos a quien dejamos temprano, al olor a tostadas del desayuno que pasó rápido, a la luz roja del semáforo donde dejamos la existencia de un beso.
Salgo en mi smoke time y veo el sol a la altura de los ojos, la rutina es más mediática y tendenciosa por eso me concentro más en el calor de ese abrazo por la mañana y entre tanto pensamiento intercalado y ecléctico me doy cuenta de que estos días no tienen nombre, que ensayos de una ceguera no es solo un libro y que solo basta con no salir un sábado para afirmar que los residuos de los domingos por la mañana están en el aire.
El día termina con besos que no sobornan mentiras, con ojos cansados que te buscan y encuentran, con las palabras que el oído más quiere, con el gesto mas simple de la piel.
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3 comentarios:
Muy bueno el blog, realmente me sorprende la capacidad que tiene el hombre para plasmar en letras un sentimiento... Seguí escribiendo, no te detengas. No lo hagas nunca!
Gracias David! recion veo que me escribiste..! Nos vemos!
Gracias David! recion veo que me escribiste..! Nos vemos!
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