En la revolución se empieza por el poeta porque no hay nada sin poesía, nada de carteles, nada de canciones, nada de nada. En el golpe se empieza por el poeta y se esconden miedos y se opacan ideas y se pintan con sangre los olvidos y se compran corporaciones que industrializan realidades. En la biblia se empieza por el poeta y se erradica toda grandeza humana quedando solo a merced de los milagros y se instalan domingos. En la infancia se empieza por el poeta, de otra manera (todo es de otra manera), pero se lo termina durmiendo con cuentos de hadas.
Los días terminan con el poeta por mas que el intente ordenarlos con cualquiera de sus calendarios.
Los poetas empiezan con la poesía para desenmascarar ideas propias (en lo ajeno y personal) pero todo poeta termina escribiendo al corazón de su pueblo, al amor colectivo, a la construcción dolorosa – de todo proceso de cambio que cambia -, a la nueva burguesía que se forma en fila india, a los compañeros de la lucha pasiva o activa, a los que dudan, a los que aman, a los que intentan conquistar (porque el poeta siempre intenta conquistar). El poeta le escribe a la política y cuando la poesía es política, es mejor salir y bailar.
Bitácora de Caminos Singulares
1 comentario:
Me encanto!
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